Voy a seguir hablando de paz... aún en medio de una guerra. Seguiré gritando incluso cuando otros callen.

lunes, 31 de agosto de 2009

¿Vendrán?

¿Habrá otros mundos,
otros seres...?

Muchos creen en ellos,
Alguien que nos enseñe que en realidad no somos nada,
que nuestro gran universo, es solo un punto brillante en el cielo.
Mi luna... tan chiquita, tan hermosa...


Y tú... ¿crees en ellos?
Un beso... insignificante.

jueves, 27 de agosto de 2009

¿¡¡En serio...!!?

Pero... ¡No es posible!


Me dijeron
que un día, tendría un país en la luna...
Y que un día yo, a mis cuarenta y tantos...
podría sentirme como una quinceañera de nuevo...
Gracias por hacerme sentir viva.

¿Qué te pasó, o qué te contaron, que casi no podías creer...?
Un beso,

lunes, 24 de agosto de 2009

Chiquitita...

"Mamá qué es esto...?" le pregunté una vez... sosteniendo en mis manos una bolsa de compresas...
Yo tenía tan solo siete u ocho años... curiosa incansable, agotadora de adultos, cansina hasta el límite... que a pesar de casi nunca encontrar respuestas, no paraba de soltar por la boca lo que por mi cabecita pasaba en cada momento...



"Mamá... ¿Qué es esto?" ¡Quita! dijo arrebatándomelo de las manos y poniéndolo de nuevo en la estantería de la droguería... "Son pañuelos de papel... Pues quiero un paquete, ¿me compras? Noooo, pesadísima..."

"Abuela, ¿Qué es esto...?"
Misma cosa, misma droguería, mismas compresas...
Tachita, son compresas, para las chicas mayores, cuando las necesites, yo te las compro... "Ah... pero, yo ya soy mayor... ¿me compras...? No, pizca, aún no..."

¡¡¡Era tan dificil!!!! por dios...

Así ocurrió, que cuando tuve mi primera regla, no se lo dije a nadie y con la inconsciencia que siempre me caracterizó, y en contra de lo que se oía circular por los sectores "más avanzados" de mi clase...de que una no podía ducharse ni lavarse la cabeza durante la regla... (bajo serio peligro de muerte) yo, con mis once añitos pensé... "Bueno, si he de morirme, que sea en mi primera regla".



Y allá que quité mi ropita, la puse sobre la banqueta, bien doblada, tal como me habían enseñado, el último ritual... mis braguitas manchadas (que tiré a la basura para que nadie supiera...) y apretando los puños y mucho los ojos, me dejé morir bajo el agua caliente que se teñía de rojo cerca de mis pies... como si realmente estuviera muriendo...
Por el sumidero se iba marchando mi vida... minutos interminables... Recuerdo que pensé ¿Cuánta sangre tendrá que salir para que todo acabe...?

Mi gatita negra, que se sentaba al borde la bañera siempre que me duchaba., me miraba insistente y cuando abrí los ojos, por fin, allí estaba, con la cabeza ladeada, preguntándose, porqué su adorada niña de las coletas hoy no le prestaba atención, ni le salpicaba hasta hacerle bajar al suelo por unos instantes... mientras se reía y le contaba cosas sin sentido...

No morí aquel día... y gracias a eso... pude lavar mi cabello y mi cuerpo justamente cuando más lo necesitaba... Total, había superado heridas mucho más graves y dolorosas que esa... nadie me había hecho daño en esta ocasión... Era mi herida, mi sangre... mis cosas.... y además, había oído,que gracias a aquello, algún día podría tener un bebé al que amar más que a mi propia vida... Aunque eso sí, ahora había que tener cuidado con los chicos... por alguna razón que yo desconocía...



No sé cuántas señoritas murieron en el intento, pero yo tuve suerte... Creo que mi gata ahuyentó la muerte y luego ya... no se atrevió a venir a buscarme... je, je.


A pesar de todo... tuve que comprar mis compresas durante meses, con los ahorros de los Reyes Magos... Creo que mi abuela habló con mi madre. Un día apareció un flamante paquete sobre mi escritorio... sin instrucciones, sin una sola palabra, sin compañía...

Y creces, sin remedio... a empujones si hace falta...


Y aquella "Chiquitita", creció sin saber que "Las estrellas brillaban por ella, allá en lo alto..."




Otro día os cuento lo del primer tampon, ja,ja,ja,ja. Qué sudores, madre mía... qué ternura, señor...

¿Qué leyenda te contaron a tí sobre la primera regla...?
Chicos... contarnos lo que queráis, vosotros mismos... jejeje. Estoy segura de que también habría leyendas rondando a los chicos sobre el tema.

Un beso,

(Gracias Candela, por hacerme recordar)

jueves, 20 de agosto de 2009

Voooooy ¡¡¡Un momento!!!

Eres de los que tardan una eternidad
en abrir la puerta...


... de tu corazón a los demás...

¿Tal vez por el tipo de "cadena" que tienes...?

Yo, ni siquiera echo la llave ...
Un beso,

lunes, 17 de agosto de 2009

Probar... para aprender.

¿Cómo he de saber qué me gusta si no lo pruebo...?



Hace algunos días, estaba en un restaurante... en la mesa de mi izquierda una mujer joven, de unos 30 años, estaba con sus dos hijitos, de 3 y tal vez 5 años...
Me llamó la atención lo educados que eran y lo bien que utilizaban los cubiertos (es verdad que era un local de cierto nivel), cosa tristemente cada vez más escasa... (los niños educados, no los restaurantes de calidad, jeje)

Se veía que los niños, a pesar de su corta edad, tenían cierta cultura gastronómica y comían con soltura alimentos no muy habituales en las mesas modestas de cualquier casa...
Así y todo el más pequeño (tres años, os recuerdo) no quería tomar lo que había pedido, tras probarlo y con una tremenda dulzura le decía a su madre...

"mamí... no me gusta. No quiero más.."

Su madre, algo enojada pero suavemente le dijo que eso no estaba bien, que había que tomar lo pedido...
Sin alterarse lo más mínimo y haciendo gala de una serenidad propia de un adulto, le dijo a su madre:

"Mami, los mayores lo tenéis muy fácil... Ya habéis probado todo y pedís siempre lo que os gusta..."

E hizo ademán de comenzar a comerse, increíblemente resignado, aquello que no le gustaba, dejando a su madre (y a mi también) fuera de juego durante unos instantes... A lo que ella respondió mitad divertida, mitad derrotada, sospecho que como otras veces...

"Está bien, Mario, no te lo tomes. Pediremos otra cosa..."

Tuve ganas de acariciar aquella carita y dar la enhorabuena a esa madre que supo que el niño acababa de darnos una buena lección.

Para aprender, hay que experimentar, probar, tocar, incluso romper...
Dejemos que los niños aprendan, que prueben... A veces uno se equivoca... pero hasta los más sabios han de hacer ensayos y fallan... hasta dar con la fórmula adecuada.
Crecer nunca fue fácil... a veces, se nos olvida.

Y tu... ¿Pruebas cosas nuevas..? o te enseñaron a pedir siempre lo mismo para no fallar...

Yo, por mi parte, adoro equivocarme... sobre todo, por las cosas que descubro las veces que acierto...

Un beso,

jueves, 13 de agosto de 2009

Silencios

El silencio
a veces calla...
a veces grita...


mi silencio, en ocasiones,
produce un sonido tan atronador...
que grita a los cuatro vientos...
lo que en realidad quería callar.

Tu silencio ¿cómo es...?
Un beso,

lunes, 10 de agosto de 2009

Puedo...

Puedo salir....
e intentarlo de nuevo.

Puedo dejarlo estar...
y simplemente flotar... dejarme mecer, suavemente...

Puedo perderme en el fondo... de tu corazón,
y morir de amor...

Puedo nadar...
y encontrar en la orilla un lugar distinto.

Flotar es lo más sencillo.. ¿No?

Tu.... ¿Te dejas llevar en situaciones complicadas, o luchas contracorriente?
Un beso,

jueves, 6 de agosto de 2009

Una de cosas raras...

Mi amigo Antiqva me pasa este "jueguecito..." y un premio. ¡Va por ti, amigo!


Nada menos que el premio ¡Rarezas! jaja. Yo, que soy lo más vulgar que... de lo más... normalito.

Así que me he dicho.... ¿Quién tengo yo cerquita, que sea raro...? Pues ya está:

¡¡¡Carlotaaaaaa!!! Ven hija, que me tienes que decir siete rarezas tuyas...

Y va y me dice, ¿Rarezas yo...? jejeje. Qué cansinismo, dios mío.... Lo que hay que aguantar...

Anda guapa, coge el boli y me las escribes... luego yo las paso....

Y esto me puso.
Yo no quiero saber nada... Es ella, que me va a volver loca un día de éstos...


- Cuando Sergei me mira, me pasa una cosa muy rara.. ¿Eso vale, Tachita?

- Pues me pasa lo siguiente... Se me acelera el pulso... no puedo dejar de mirar esos ojos color caramelo y me colgaría de su cuello para siempre... dejarme ir en sus brazos, tomar sus labios...
Y lo más raro de todo... Hago una de cada dos respiraciones... y me ahogo, claro...



- Cuando veo algo dulce es raro, raro... que no me lo coma.

- Era tan raro mi ex (el japonés...) que cuando ganaba algún millón de millones... se ponía a escuchar Madame Butterfly... decía que le "ponía". Y yo delante de él con mi "salto de cama....semitransparente... ese que compré en París...." Y nada de nada... ¿es o no es eso, raro...?


- Nunca sé dónde he puesto las llaves del Porsche... Luego siempre digo... Qué raro, si yo las había puesto aquí...

- Cuando hago una tarta... al rato, empieza a oler raaaaro. Y la cocinera me dice que no es raro, es que se ha quemado. ¿Siempre? buahg, qué raro... Ese horno está mal, seguro.


- Pero lo más raro de todo es que oí decir a la nena de las coletas (es una amiga mía, Natacha, que tu no conoces) que me quiere de veras... Qué raro, con lo rara que soy, jejeje.


No sé si van siete... pero es que me aburro... ¿puedo dejarlo ya?

Siiii, anda, trae... Vamos ha hacer una tarta, pero yo controlo el tiempo que ya sabes que ese horno... es muy raro.
Un beso,

lunes, 3 de agosto de 2009

De vuelta de "La pérfida Albión".

Londres se levantó nublado como cada día de su año... Como cada día del verano, una coge ropa de calor y una chaqueta... por si acaso. Y el chubasquero... por si acaso... Y el paraguas... no sea que...

(Y Carlota, que nos la hemos llevado, la muy presumida dale con los tirantes, un frío que pela y ella con los tirantes...)

Y, por si acaso, uno se acerca a Marks and Spencer a comprar un sandwich, que tal vez comerá sobre un bordillo... por si acaso el hambre aprieta.

(Y Carlota dale con los chicos de la caja, que si que mono es éste, que si me ha mirado.. ufffff)


Y te dispones a caminar por la ciudad, donde todo el mundo es invisible, donde nadie te mira, nadie te juzga, nadie te incomoda y nadie te habla. Sin embargo los semblantes no son tristes, ni serios... yo, por si acaso... sonrío y soy pagada todo el tiempo con sonrisas de vuelta...

El Big Ben dió la hora para mi muchas veces con su sonido sordo, grave y hermoso... El London Eye, me mostró una grandiosa ciudad, verde, dispar... así como su gente... Yo, por si acaso, la disfruté a tope...

En Hide Park me desprendí de mis deportivas, mis calcetines y pisé la hierba, como hacen los demás... por si acaso. Menos mal... enseguida tuve que usar los primeros por si acasos.

(Con los tacones, podéis imaginarla? ... jeje).


Tomé la línea 9 de autobús, que aún conserva los antiguos y maravillosos vehículos, por si acaso... se acaban.

Y en el Museo Británico, acaricié los frisos del Partenón... por si acaso deciden devolverlos.

La Torre de Londres con sus ejecuciones, su "Puerta sangrienta" y sus cuervos enormes... me acerqué a ellos todo lo que pude, sin tocar.... por si acaso...
(Tuvimos problemas... Carlota quiso llevarse la corona de la reina ... ¡Ná menos que la corona! ays... qué cansina es... "Que mi Sergei lo haría", en fin... penoso para explicárselo a los policías)

Un café en una cripta, de la iglesia St Martin in the Fields... Cerca de Trafalgar Square, por si acaso los muertos se molestan...
(Aunque Carlota pisó sus lápidas sin pudor alguno...).

Y una alarma de incendios que nos hace salir del hotel en plena noche y hace que recuerde todo el inglés necesario para hacer entender que mi hijo estaba solo en la habitación... por si acaso.
...Por si acaso alguien lo duda, este lacasito se hizo entender a la perfección... jeje.

Malos entendidos con el idioma, donde un ice tea no es un té con hielo... no, no. Es un Nestea, jajaja.

Donde la leche desnatada y las spoon para quitar el gas de mi diet coke, son motivo de asombro, jeje. ¿One spoon? ¿Sure? "Sí hombre si... una cuchara, que tampoco es tan raro". Tras la columna me miraba el camarero a ver qué hacía yo con una spoon y sin taza, jajaja. Hay que ver estos ingleses, que no le quitan el gas...

Y entré en Harrods... por si acaso me gustaba... jeje. Va a ser que no. Dios mío... que sitio más pijo y más hortera, jajaja. Pero entré, saludé a Diana y a su amor y al padre de los almacenes, que te sonríe al entrar, cual mojama de cera.... Menudo susto...
Y compré algunas horteradas, por si acaso, propias del turista, con la desfachatez que dan las vacaciones...


(A Carlota no había quien le sacase de la sección de perfumes... los probó todos . Se movía por allí "like Peter by his house, vamos... ¡Qué peste, señor...!)

Llevaba libras... por si acaso. Menos mal, aunque allí el euro es admitido sin problemas.

Mis ojos, a juego perfecto con el gris del cielo, por si acaso, miraban sin descanso cada recodo. Sin perder detalle de ese caballero sentado frente a mi en el metro: Pajarita, perfecto traje, paraguas y... ¡calcetines de mil colores!... por si acaso, je,jee.

Y pisé la raya entre el Este y el Oeste en Greenwich... por si acaso los cambian o algo... Y visité el museo de Holmes... por si acaso existió.
(Y Carlota: "Echo de menos a mi Sergei....")

Una ciudad donde hay limusinas y taxis color rosa chicle... sin duda, es una ciudad divertida...


(Y Carlota no paró de dar la brasa hasta montar en uno de ésos... )


si alguien no conoce Londres... recomiendo que vaya... Por si acaso.

Mientras tanto, un osito Paddington, sentado ahora frente a mi, me recuerda que he de volver.... por si acaso... se me olvida.



Un beso... por si acaso me echasteis de menos...
Yo lo hice, mucho y... por si acaso... he vuelto.
"Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños."

Kalil Gibran
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